miércoles, 17 de enero de 2018


 Hablaba tanto de tantas cosas que jamás hubiera pensado en estar interesada, no se si era su personalidad o su lindo rostro, o el amor que compartía con ella. Era tan linda, tenía una energía que la rodeaba hasta en los rincones más oscuros de su cuerpo. Terminó de hablar, yo no la estaba escuchando porque la había estado contemplando todo ese tiempo, derritiéndome lentamente; “¿qué le digo?” pensé y sonreí. Ella se rió, había entendido todo pero no se enojó, otra razón más para amarla,
Con ella ahí era todo tan lindo, tan sereno; me había olvidado de como se sentía el amor, pero ella allí enfrente mío me lo hacia recordar cada segundo.
Aunque el amor es como la vida, todo lo que sube tiene que bajar, y yo caí tan fuerte que jamás me volví a recuperar, no volví a amar.



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