domingo, 4 de febrero de 2018


Era la tercera vez que me citaba a un encuentro completamente intelectual, yo no había aceptado las anteriores veces porque no me creía capaz de llevar una charla de tan alto nivel. Así que cuando me creí capaz de hacerlo, acepté.

-Creí jamás estar en esta situación con usted.-
-Yo preferí no creer nada.-
-Si, sé como es usted..-
-Por favor, no me trates de usted, uno ya está bastante viejo como para dichas formalidades, ¿no?.-
-Tiene.. tenes perdón, tenes razón.-
-Bien.-
-¿Comenzamos?-
-¿No lo hemos hecho ya?.-
-Bueno, es que no lo tome como algo intelectual.-
-Tal vez no, pero si dudoso y cuestionable, eso es lo rico de las charlas, todo es refutable, aunque no lo sea.-
-Todo no.-
-¿Ves? Todo.-

Me sirvió un té, nunca me gustó el café.  

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